A principios del siglo XIX Italia estaba dividida en siete estados: Reino de Cerdeña, Reino Lombardía-Véneto, Reino de las Dos Sicilias, Estados Pontificios, y los Ducados de Parma, Módena y Toscana. Estos territorios estaban fragmentados y controlados en el norte por el Imperio austriaco; el centro por los Estados Pontificios y el sur estaba bajo control de la dinastía de los Borbones. Desde la caída del Imperio Romano, la península itálica nunca estuvo unida, pero, en el contexto de Romanticismo del siglo XIX, nació un movimiento conocido como il Risorgimento (Resurgimiento), que reivindicaba ese pasado romano para justificar la unificación.
Se trató de un movimiento político y social que se desarrolló entre 1859 y 1870, dividiéndose en cinco grandes etapas:
- Víctor Manuel II, de la dinastía Saboya, rey del Piamonte y Cerdeña, se alió con Francia y declararon la guerra a Austria en 1859. Tras esta victoria italofrancesa, los italianos anexionaron la Lombardía.
- Posteriormente, los ducados del centro de Italia (Parma, Módena y Florencia), viendo el avance y unidad del Reino de Cerdeña, decidieron por plebiscito la anexión al futuro estado italiano.
- La Revolución de las Dos Sicilias marcó un punto crucial en la unificación italiana. En 1869 Giuseppe Garibaldi y sus camisas rojas desembarcaron en Sicilia y avanzaron por el estrecho de Messina hasta Nápoles para anexionar estos territorios a la corona de Víctor Manuel II.
- Más tarde, se firmó la alianza entre Camilo Cavour, ministro del rey, y el Reino de Prusia. Tras la guerra austro-prusiana de 1866, Austria salió derrotada y el emergente Reino de Italia se anexionó el Véneto.
- Y, por último, tuvo lugar la incorporación de Roma a Italia. El papa disponía de la defensa y protección de Francia, por lo que la ciudad se mantenía independiente y todavía no se había integrado al nuevo Reino de Italia. En 1870 se declaró la guerra franco-prusiana, y, por ello, Francia tuvo que recuperar sus tropas. Esto permitió que Garibaldi, con los bersaglieri, tropas de infantería italiana, entrase por Porta Pia abriendo una brecha en la Muralla Aureliana y conquistase Roma.
