Tras la caída de Napoleón en la Batalla de Waterloo y su exilio en Santa Elena, los Estados vencedores se reunieron, entre 1814 y 1815, en el Congreso de Viena. El anfitrión fue el canciller austriaco Klemens von Metternich, el arquitecto de la "Europa del Hierro". El principal objetivo de este encuentro internacional era acabar con la expansión de las ideas liberales de la Revolución Francesa, restaurar el absolutismo monárquico en los Estados europeos y, por último, el restablecimiento de las fronteras de Francia previas a 1792.
Las bases de esta Restauración del absolutismo fueron:
- Alianzas y equilibrio entre las grandes potencias.
- Reuniones de representantes de los Estados vencedores en congresos periódicos.
- Negación de la soberanía nacional.
- Legitimidad de las casas dinásticas europeas para mantener el absolutismo. De hecho, los reyes de Portugal, España y los diferentes monarcas de los reinos italianos recuperan sus coronas.
- Se aprobó la creación de un ejército intervencionista en 1815, denominado la Santa Alianza. Este tratado se firmó como un acuerdo de ayuda mutua entre las diferentes coronas absolutistas de Europa. De esta manera, si se vieran amenazadas, podrían solicitar la intervención de la Santa Alianza.
